A riesgo de ponerme pesado con el tema y la palabrita (convergencia), lo cierto es que la llegada de iOS 7 ha planteado nuevas reflexiones sobre el papel de este sistema operativo no solo en dispositivos móviles de Apple, sino también en su posible aplicación como escritorio de trabajo.
La realidad está ahí: iOS 7 y los últimos modelos del iPhone proporcionan casi todo lo necesario (atención al "casi") para que pudiéramos convertirlos en pequeños puestos de trabajo. ¿Está queriendo decirnos algo Apple? ¿O simplemente estoy viendo pistas donde no las hay?
El iPhone como PC de sobremesa
Lo comentaba en un interesante post el joven Clément Beffa, un ingeniero que ha unido las piezas para demostrar que varios de los requisitos de un equipo de trabajo ya son accesibles a los usuarios de los iPhone. Así, tenemos:
- Dock: el actual dock disponible para los iPhone podría evolucionar para ser aún más capaz en este apartado, añadiendo conexiones que por el momento se deben aportar por separado, pero que convertirían al iPhone en un dispositivo mucho más versátil.
- Sonido: la salida de sonido del dock funciona perfectamente como salida de sonido para todas las aplicaciones, por lo que podríamos conectarla a un equipo de sonido con altavoces de calidad para disfrutar de una experiencia multimedia completa.
- Pantalla: el actual adaptador de puerto Lightning a VGA o a HDMI para el iPhone permite conectarlo a una pantalla con estos puertos. Hay diversos tipos de cables disponibles con distintas capacidades, pero en esencia las aplicaciones podrían aprovechar dichos accesorios. Dicha opción está disponible gracias al video mirroring, pero esa función solo hace que podamos ver las aplicaciones "más grandes" en la pantalla, sin una adaptación óptima en la que los desarrolladores tendrían que trabajar.
- Teclado: Los teclados bluetooth son compatibles con iOS 7 (y anteriores versiones de iOS), pero además parece que el adaptador USB para cámaras del iPad parece también reconocer teclados USB (y otros dispositivos) que hacen que éstos funcionen por ejemplo para el iPhone.
- Ratón: aunque ese mismo accesorio probablemente también sirve para conectar ratones y lo mismo ocurre con la tecnología Bluetooth, aquí si tenemos una barrera importante: no hay API actual que permita acceder a las funciones que ofrece un ratón en iOS. Atención, no obstante, al SDK Corona desarrollo de forma externa para la programación de juegos y aplicaciones, y que ya en su última versión ofrece ese soporte... para Android. Veremos si logran hacer lo propio en iOS.
- Mandos de videojuegos: aunque Beffa no ha tenido esto en cuenta, Apple dejó claro durante la presentación del SDK de iOS 7 que los desarrolladores cuentan ahora con soporte para mandos de control de consolas que estén dentro del programa MFi ("Made For iDevice"). Esa capacidad abre las puertas a la utilización del iPhone como un dispositivo de juegos aún más capaz, pero también, quién sabe, a resolver el problema de la interacción con el ratón. Puede que Apple también haya pensado en ello.
- Software: puede que de momento ni el escritorio de iOS ni sus aplicaciones estén pensadas para dar el salto a una pantalla de PC tradicional, pero lo cierto es que Apple ha dado otro paso interesante en este apartado: incluye de forma gratuita iWork con todos sus nuevos dispositivos móviles. Acceder a una suite ofimática desde iOS --y poder extenderla a un monitor con teclado y ratón-- parecen un paso definitivo para convertir al iPhone en un puesto de trabajo convencional, algo que también comentaba Robert Cringely recientemente en su blog.
Demasiadas pistas. Demasiados indicios. Puede que no a corto plazo, desde luego, pero creo que la gran revolución de Apple --como la que plantea abiertamente Canonical con Ubuntu-- es la posibilidad, aunque sea accesoria y no canibalice a OS X, de convertir al iPhone en un puesto de trabajo casi convencional.
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